Imagenes y fotos que promueven hacer conciencia y decir no a la xenofobia:
miércoles, 18 de julio de 2012
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Video que demuestran la
xenofobia de los ticos hacia los nicaragüenses, (testimonios reales de nicaraguenses indocumentados).
En el siguiente video se visualiza como universitarios de diferentes naciones se unen contra la "xefonobia".
REFLEXIONEMOS Y DIGAMOS NO A LA XENOFOBIA
lunes, 11 de junio de 2012
Xenofobia Costarricense
Definición de xenofobia:
La xenofobia (xeno = extranjero y
fobia = temor) es el miedo, hostilidad, rechazo u odio al extranjero, con
manifestaciones que van desde el rechazo más o menos manifiesto, el desprecio y
las amenazas, hasta las agresiones y asesinatos. Una de las formas más comunes
de xenofobia es la que se ejerce en función de la raza, esto es, el racismo.
La «Convención
Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial»
(aprobada por la Asamblea General de las Naciones
Unidas el 21 de diciembre de 1965) define la discriminación
racial o xenofobia como:
Toda distinción, exclusión, restricción o
preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico
que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento,
goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y
libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o
en cualquier otra esfera de la vida pública.
El fenómeno de la xenofobia en Costa Rica desde una perspectiva histórica
Migración y xenofobia en Costa Rica:
Al intentar comprender el fenómeno de la
Xenofobia en Costa Rica, se debe enfocar la
mirada hacia la situación migratoria del país. En este
sentido, Costa Rica presenta unas
condiciones
geográficas especiales que la hacen apta
para
la inmigración; entre ellas, ser un puente
entre
América del Sur y América del Norte, sus
vastos
Recursos naturales, su situación económica
y política que, a fin de cuentas, dan el aspecto de que el país goza de una
cierta estabilidad interna si lo
comparamos con los países vecinos. Por
estas y
otras razones, Costa Rica es un país con
una alta tasa de inmigración si se toma también en consideración su territorio
y población.
Para tener una clara idea de esta tasa, la
Dirección General de Migración y
Extranjería en
el año 2006, contabilizaba 296.101
extranjeros en
el país, entre ellos residentes temporales
y permanentes, de éstos 221.804 eran nicaragüenses.
Es decir, más del 70 por 100 de los
extranjeros en
Costa Rica son nicaragüenses.
Hay que dejar patente, que los extranjeros
que deciden emigrar al país, en primera
instancia,
no vienen en condición de representantes de
una
cultura o de un país, vienen más bien en su
calidad de individuos con una identidad particular y
con sus propias historias de vida, las
cuales sociopsicológicamente pueden ayudar a comprender
por qué decidieron emigrar a este país y no
a otro,
o por qué simplemente decidieron abandonar
su
propio país.
Pero la xenofobia no debe su origen
solamente a que en este país viven muchos extranjeros,
sino que la misma región es xenófoba desde
el
momento que la historia de América Latina
está
marcada por un sistema de dominio
étnico-racial
cuyos orígenes se sitúan ya en la época
colonial.
Desde la época colonial, la xenofobia se
ha hecho ostensible en América Latina. Los
europeos que vinieron a América traían ya
consigo gérmenes xenófobos, en la medida que en
Europa la discriminación se solía
"dirigir contra
los extranjeros que son distintos"
(Van Dijk,
2003,99-100). Y al asentarse en la región,
y en
su condición de inmigrantes/colonizadores,
los
europeos son quienes reproducen la
xenofobia
al discriminar a los no europeos, es decir,
a los
indígenas. Esto lleva a cristalizar una
ideología racista en el continente que no solamente es
reproducida por los europeos son también
por los
latinos blancos, y que consiste básicamente
en
discriminar y segregar a todo aquel que no
sea de
origen europeo.
En el contexto latinoamericano, las
migraciones que dan pie al surgimiento de la xenofobia
generalmente son de los países más pobres a
los
menos pobres, observándose esto en el caso
de
bolivianos, peruanos y paraguayos que se
desplazan a Argentina en busca de trabajo (Van Dijk,
2003, 106). Lo mismo podría decirse de lo
que ocurre con los nicaragüenses que emigran hacia
Costa Rica.
La discriminación que sufren algunos
extranjeros, principalmente los
nicaragüenses,
se justifica acusándolos de que vienen a
desestabilizar social y económicamente al país. Estas
justificaciones son formuladas
principalmente
por aquellos que detentan el poder.
Lo imaginario en la nación:
El período
de formación de Costa Rica como
Estado-nación
independiente es un proceso que
Empieza con
la fundación de la República en
1848, y
culmina con la consolidación de Costa
Rica como
una nación democrática y moderna
en la década
de los ochenta en el siglo XX. A lo
largo de
este período, pero sobre todo a partir
de1948con la
revolución, se gesta un imaginario que acompaña al proyecto político y social
que denominamos
Estado-nación costarricense.
Dicho
imaginario tiende a explicar de una
manera ciertamente
mística la razón de ser de
Costa Rica y
la forma de ser de los costarricenses.
Aquí se empieza
a diferenciar al país de los
demás países
centroamericanos, lo cual atribuye a los costarricenses una identidad
específica
(nacional).
Principalmente aquella que se define
por su
homogeneidad racial, -a la cual se suma
las ideas de
que Costa Rica es un verdadero
paraíso
tropical, que es una democracia rural de
pequeños
propietarios caracterizada por la pureza
de los
sufragios y que es por tanto la Suiza centroamericana, ya que estas
características "no"
la poseen
los demás países centroamericanos.
La identidad
nacional costarricense sin duda,
forma parte
de un imaginario que está desligado
de la
realidad política, social y económica del
desarrollo
nacional.
La
insistencia en las características de homogeneidad racial, de pureza
etnocultural y racionalidad, ésta última característica alentada por filósofos
e intelectuales de la segunda mitad del siglo XX, ha gestado una forma
etnocéntrica
de concebir al ser costarricense que,
por el
contrario, se caracteriza por su mestizaje y
por una
cultura predominantemente importada de
Europa por
los colonizadores, la cual a su vez fue
propagada
por aquellos intelectuales criollos que
habiéndose
formado en ese continente pretendieron medir a Costa Rica con la misma vara con
la
que los
europeos se miden a sí mismos.
Psicológicamente,
el etnocentrismo del costarricense medio que reproduce este patrón puede
ser
caracterizado por lo que Freud denominó narcisismo por la mínima diferencia.
Ello significa,
que la
tendencia insistente de los costarricenses
por
diferenciarse es el resultado de la intolerancia
a saberse
parecidos y compartir la misma historia
de los demás
países centroamericanos, una historia de colonización, explotación e injusticia
que
explica el
atraso sistemático al que están sujetos
los países
de esta región.
Los
costarricenses obviamente, al no tener
diferencias
radicales frente a los demás habitantes centroamericanos tienden a exagerar
mínimas
diferencias
que son prácticamente irrelevantes
como su
idiosincrasia, forma de hablar, estatura,
color de
piel, etc.
El problema de todo ello es que a través de la
supervaloración de estos aspectos irrelevantes, se establece un mecanismo que
"parecería legitimar nuestra agresividad y
crueldad con quienes esencialmente se nos asemejan, bajo el argumento de ser
radicalmente diferentes".
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